El 2016 fue el año de Cristian Toro, no hay duda, aunque parece que el 2017 no le va a ir a la zaga. Además del oro ganado en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, ha sido elegido el mejor deportista de 2016 por la Real Federación Española de Piragüismo. El 4 de febrero tuvo lugar la XXXIV Gala Nacional de Piragüismo en la que se entregaron los Premios Nacionales a los mejores del 2016, así como a los mejores clubes de las Ligas Nacionales en las distintas modalidades.
Toro recibió el premio “David Cal” al mejor deportista masculino, galardón que compartió con su compañero Saúl Cravioto, ya que ambos ganaron ese oro olímpico y con el mallorquín Marcos Cooper, que fue medalla de oro en K1 1000 metros, también en Río. Además de estos deportistas, otros 14 piragüistas y clubes gallegos fueron premiados en la gala, tantos masculinos como femeninos y de múltiples modalidades.
Toro recibió el premio “David Cal” al mejor deportista masculino junto con su compañero Saúl Cravioto, por el oro olímpico de Río en K2
Nacido en Venezuela en 1992, fue a su llegada a tierras gallegas donde despuntaron sus gustos por la piragua y el deporte, lo que comenzó a practicar primero en la ciudad de Viveiro y después en el Fluvial de Lugo, en un centro de alto rendimiento que estuvo activo durante algunos años. Una etapa dura porque apenas llegaba a los 13 años y vivió interno allí durante algún tiempo. De ahí pasó al equipo nacional en Madrid, donde vivió en la residencia Joaquim Blume, asociada a los distintos centros de alto rendimiento de la capital.
Todos estos sacrificios y luchas en su vida profesional, personal y deportiva lo llevaron hasta este agosto cuando, junto a Saúl Cravioto, acabaron ganando el oro olímpico en la modalidad de K2. Toda una hazaña, sin duda, que promete ser la primera de muchas para este joven gallego lleno de tenacidad y pasión.